La enfermedad y el silencio
DOI:
https://doi.org/10.47196/da.v31i3.2980Palabras clave:
enfermedad, silencioResumen
Abrazo a mi madre, esta vez estamos las dos del mismo lado del consultorio. Nuestros abrazos desatan el secreto tejido entre tantos años de antibióticos matutinos. Pienso en algo que he escuchado hace poco: la palabra paciente quiere decir, etimológicamente, “el que sufre en silencio”. Si esto es así, yo estuve enferma, pero mis padres fueron los pacientes del doctor Gatti y la doctora Pizzariello. Ellos han llevado el peso del dolor y del silencio. Aprendo que la alegría es contagiosa, más que la lepra. Me provoca una inmensa gratitud que ellos hayan llevado una carga tan grande sin contagiarme el miedo que tenían, y sin exponerme a los prejuicios de la sociedad. El silencio fue la capa con la que mis padres me cubrieron para que tuviera una adolescencia feliz. He crecido como una mujer normal porque lo más peligroso no era la enfermedad, sino su nombre.
Citas
I. Galimi G. Una palabra tuya bastará para sanarnos. 1º ed. Buenos Aires, Alfaguara, 2022:22-23.
Descargas
Publicado
Número
Sección
Licencia
Derechos de autor 2025 a nombre de los autores. Derechos de reproducción: Sociedad Argentina de Dermatología

Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0.
El/los autor/es tranfieren todos los derechos de autor del manuscrito arriba mencionado a Dermatología Argentina en el caso de que el trabajo sea publicado. El/los autor/es declaran que el artículo es original, que no infringe ningún derecho de propiedad intelectual u otros derechos de terceros, que no se encuentra bajo consideración de otra revista y que no ha sido previamente publicado.
Le solicitamos haga click aquí para imprimir, firmar y enviar por correo postal la transferencia de los derechos de autor






